Chávez, en una clara expresión hamponil, se refiere a las Reservas Internacionales de Venezuela como lo hace un malandro frente a un botín deseado o ya logrado… Ante la experiencia de ver como se le congelaron los depósitos a tiranos árabes derrocados o por caer como es el caso de Gaddafi, el ordenanza de los Castro, sin dudas muy bien asesorado por estos que al final serán los que se cojan esa mega tajada, desesperado no hace otra cosa más que hablar de la necesidad de repatriar la reservas internacionales al país, contando además con lo que ya decidieron trasladar a Rusia y a China que por supuesto podremos dar por perdidas una vez esos agiotistas las pongan a buen recaudo. Quizá acuciado por los Castro que son los que realmente conocen el verdadero estado de salud de este ser hinchado, más hiperquinético que nunca se le convierte en obsesión terminar lo que él mismo asegura comenzó el año 2004, cuando la banda empoderada empezó a trasladar parte de las reservas monetarias a bancos sugeridos por el chulo Fidel. Como les digo al principio de este comentario, Chávez en una clara expresión hamponil se refiere a las Reservas Internacionales de Venezuela como lo hace un malandro frente a un botín deseado o ya logrado… Así declara: “Yo le tenía puesto el ojo a las reservas hace tiempo pronto comenzarán a llegar, pero eso tiene su tiempo técnico y jurídico, aquí no podemos caer en cosas apresuradas” y no puede ser algo apresurado, no porque él no lo quiera sino porque no puede hacerlo… Y en esa desesperación con seguridad agrandada por los requerimientos nerviosos de los tiranos Castro que pareciera ven en peligro a la gallina de los huevos de oro que se encontraron con este tropero traidor y arbitrario, declara: “Ya quisieran los escuálidos volver a tener las reservas en sus manos otra vez, como manejaron a su antojo el Banco Central de Venezuela”, lo dice este infame que ha llenado de invasores extranjeros ese mismo Banco Central, lo dice quien mantiene con el patrimonio del pueblo venezolano a un atajo de chulos con los que se siente un reyezuelo de opereta bufa. Quiere además el oro que da base a nuestro signo monetario y si como él mismo lo dice -porque es su estilo forajido- “Le pone la mano” podemos perfectamente comenzar a quemar los billetes de bolívares porque valdrán menos que el papel con el que están hechos… Obsesivo, repetitivo, desesperado asegura que Venezuela tiene unas fuertes reservas en oro y va a seguir creciendo, cuando la verdad es que ese oro, esas reservas en manos de los Castro y de la banda, correrán la misma suerte de PDVSA que de ser la 5ª empresa petrolera más grande y sólida del mundo es ahora un rastrojo, una caja chica de Chávez y sus amos los Castro. Los rusos y los chinos se aseguran que cualquier revisión de los ilegales contratos firmados por Chávez y que hipotecan el país no les signifiquen pérdidas ya que ya tendrían en depósito miles de millones para resarcirse… Este pasado miércoles el líder opositor y precandidato presidencial Oswaldo Álvarez Paz, pidió a los sectores sociales de Venezuela que se manifiesten ante el “saqueo del ahorro de los venezolanos” que puede producirse con el traslado de las reservas internacionales del país a países acreedores. Para Álvarez Paz los bancos donde se encuentra actualmente el oro son de los más sólidos del mundo, y sacarlo de allí y llevarlo a países con los que Venezuela tiene deudas sería hipotecar los recursos de los ciudadanos. Pero eso es precisamente lo que busca Chávez asesorado por unos pillos como los Castro que sólo están buscando su beneficio y unos vivarachos desalmados como los chinos y los rusos que se aseguran con ello las ganancias brutales que Chávez les ha permitido. Hoy justamente, en mi artículo del diario El Universal de Venezuela, que titulo “Estamos indignados” señalo que lo estamos al ver la destrucción, la ruina, la traición a Venezuela, al ver a un ser mediocre como Giordani, un fracasado jugando a genio de la Economía y tras doce años de ruina, continuar engullendo el futuro de un pueblo que puede perfectamente pasar a ser tan miserable como los más miserables del planeta. Y ese mamarracho que en cualquier gobierno medianamente sensato ya habría salido del gabinete ministerial, con sus parámetros anclados en el comunismo fracasado y en las tétricas practicas de Bulgaria y Albania bajo el dominio rojo, llama “Esperpentos” a los parlamentarios opositores y por extensión a los que les elegimos. Esperpentos por denunciar que se quieren robar las reservas y el oro de la nación. En ese artículo de hoy le pido a esos parlamentarios, en especial a Miguel Ángel Rodríguez, a María Corina Machado, a Julio Montoya, a todo líder que reaccione frente a esta rabia incontenible, que nos convoquen a una o cien Plazas de la Ira Libertaria. Que nos digan dónde acampar hasta lograr rescatar esta tierra que no puede seguir siendo alcancía de cuanto chulo desalmado aplauda a un neotirano con pretensiones de eternidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario